
Los equipos están listos, la obra arranca en breve, peeero todavía falta.
La historia nos ha demostrado (repetidamente), que la realidad social tiene vida propia, y avanza mucho más rápido que todas las instituciones políticas y sociales que la estructuran, y qué en una segunda instancia, van receptando y procesando todos estos cambios.
Pero la velocidad de las mutaciones actuales, que implican la revolución tecnológica de la que somos testigos y los nuevos estilos de vida; nos colocan en un escenario, en el cual (más allá de algunas teorías) nunca hemos estado.
El desarrollo frenético (y sin control) de la investigación y las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, la ingeniería genética y las armas de destrucción masivas (nucleares y biológicas) entre otras; sumado a nuevos fenómenos sociales, que generan un desinterés absoluto respecto la cosa pública; ponen a la humanidad en un lugar peligroso; con posibles alcances de consecuencias nefastas.
Dentro de estos nuevos fenómenos sociales, a los que hago referencia, puedo remarcar dos:
Por un lado, el exceso obsceno de información, sin ningún tipo de criterio; donde todo es igual, donde la verdad y la mentira son absolutamente idénticas, donde no hay ninguna certeza sobre dominios y autorías, y donde tampoco existe consecuencia (puesto que cualquiera puede decir gratuitamente cualquier cosa); además de cambios en la vida práctica; también generan 2 impulsos sociales anexos: la incredulidad y el desinterés.
Por el otro, el hedonismo extremo, donde solo importa disfrutar y pasarla bien, evitando el concepto de sacrificio y esfuerzo; donde solo pensamos en los derechos y no en las obligaciones, donde todos pensamos en recibir, pero pocos en dar; nos coloca en un lugar donde se genera una especie de ocio social, que también favorece el desinterés.
Entonces nos centramos absolutamente en el detalle exclusivo del bienestar individual, en la fugacidad etérea del disfrute; no sólo perdiendo de vista la naturaleza de nuestra existencia, sino sin entender que vivimos en un mundo globalizado; donde todo ese paraíso, puede evaporarse en un segundo; y dejamos en manos invisibles el desarrollo y la construcción del futuro.
¿Porque aceptamos que un par de personas, (enfundados en defensa de cualquier interés cuestionable) todavía pueda decidir bombardear, matar indiscriminadamente y poner al mundo al borde de una nueva guerra mundial? ¿Porque aceptamos, queremos y festejamos que una máquina tenga inteligencia propia y haga nuestro trabajo?; no solo tornándonos obsoletos, sino que además se logre que la humanidad abandone la magia que implica la posibilidad de crear; ¿Porque aceptamos que se pueda experimentar a cualquier nivel?, y sobretodo ¿Porque aceptamos la idea que todo es igual y que la libertad significa hacer absolutamente cualquier cosa?
Si no empezamos a levantar la mirada sobre la individualidad absoluta; si no empezamos a pensar que el concepto de derecho lleva implícito el concepto de obligación y que también es parte del placer la privación; si no empezamos a entender que tenemos el mandato vital de cuidar la vida y el mundo que recibimos para nuestra posteridad; si no empezamos a entender que ya no existe opinión pública y todo es manipulación; y sobre todo, si no empezamos a ocuparnos de los acontecimientos cotidianos; no sólo corremos el riesgo de sufrir un daño catastrófico como humanidad, sino que también estaremos perdiendo la nota característica y sublime que nos hace ser humanos.
Los equipos están listos, la obra arranca en breve, peeero todavía falta.
El jueves 25 de septiembre, el Centro Cultural de la Comuna de Montes de Oca será sede de una charla con el bioquímico Fernando Manera, quien alertará sobre los riesgos invisibles que muchos productos domésticos presentan para la salud —un diálogo esencial para aprender a convivir con los químicos que usamos todos los días.
Tres hombres con pedidos de captura por robo, abuso de armas y narcotráfico fueron detenidos tras una persecución en caminos rurales. En un galpón se descubrió un invernadero con casi 3.000 plantines de marihuana, semillas, armas y dinero.
Este domingo el Aeroclub de Las Rosas abrirá las puertas de su predio para recibir a las familias en una nueva barrileteada, un clásico que cada año convoca a grandes y chicos con propuestas recreativas, concursos y espectáculos a cielo abierto.
Los equipos están listos, la obra arranca en breve, peeero todavía falta.
Todo lo que necesitás saber para participar de las elecciones legislativas nacionales: quiénes votan, qué documentos llevar, dónde y cuándo hacerlo.