Un galpón chino en cinco contenedores: el caso santafesino que sacude a la industria local

(AUDIO) Mientras el boom importador cruza límites inesperados, una empresa alimentaria de Santa Fe montó un galpón completo traído desde China en cinco contenedores, en un movimiento que expone el “costo argentino” y abre una mezcla de alarma y oportunidad en la industria nacional.

Economía y Finanzas12 de noviembre de 2025Matías C. E. TorresMatías C. E. Torres
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Estructura de un galpón de la empresa china Qingdao Tailong Steel StructureImagen: Qingdao Tailong Steel Structure Co., Ltd.

La reacción de los industriales va del asombro a la desesperación, pero también aparece la curiosidad de quien intuye que puede estar ante una oportunidad de negocio difícil de dejar pasar. El boom importador está rompiendo moldes: ya no se trata solo de productos terminados o partes para ensamblar, sino directamente de estructuras completas que llegan listas para armar. En su columna para El Cronista, el periodista especializado en economía Jairo Straccia describe cómo esta dinámica pone en primer plano el debate sobre el “costo argentino” y la competitividad de producir puertas adentro.

  • Audio, Jairo Straccia para El Cronista

El caso testigo se está dando en la provincia de Santa Fe, en las cercanías del aeropuerto de Sauce Viejo. Una empresa de alimentos, Vidalag, decidió montar un nuevo esquema de ventas a supermercados a partir de cuatro naves que está construyendo, pero en lugar de levantar los galpones en el país, los trajo enteros desde China. Según relata Straccia, por primera vez un industrial importó un galpón completo en cinco contenedores: “hasta los tornillos llegaron al país” y hoy se están ensamblando en territorio santafesino, con un costo final que resultó mucho más bajo que hacerlo con proveedores locales.

El movimiento encendió luces rojas entre los armadores de galpones nacionales, que ven cómo la importación de estructuras llave en mano puede desplazar producción local. Pero al mismo tiempo, algunos de esos mismos fabricantes ya están viajando a China para reconvertirse en distribuidores de este tipo de soluciones, buscando no quedar fuera de un negocio que, si se consolida, puede cambiar las reglas de juego en el sector. Para Straccia, este caso es uno de los ejemplos más extremos de la penetración de la producción china en la Argentina: muestra hasta dónde llegan las ventajas de costo del gigante asiático y obliga a la industria a repensar su rol, ya sea como competidora o como socia de ese nuevo modelo.

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